Con el auge de modalidades como el teletrabajo, la distinción entre hogar y espacio laboral se ha vuelto más difusa, generando en muchos casos estrés, fatiga y hasta síntomas de ansiedad y depresión.
Una buena salud mental no es solo la ausencia de trastornos mentales. Es una combinación de bienestar emocional, psicológico y social. Y, como en cualquier ámbito de la salud, prevenir es más eficaz y menos costoso que curar.
Las investigaciones han mostrado que empleados con buena salud mental son más productivos, creativos y tienen una mayor satisfacción laboral. Además, las empresas que fomentan el bienestar mental reducen el absentismo, mejoran la retención de talento y potencian la marca empleadora.