La falta de luz natural puede influir en nuestro estado de ánimo y productividad. Considera invertir en lámparas de espectro completo que imiten la luz del día. Estas no solo iluminan el espacio de trabajo sino que también pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo.
Inicia el día con una rutina que active tu cuerpo y mente. Ya sea una sesión de estiramientos, meditación o simplemente escuchar tu música favorita, es esencial establecer un tono positivo para el día.
Aunque parezca tentador quedarse en pijama todo el día, vestirse de manera profesional (¡o simplemente cómodo/a pero pulido/a!) puede marcar la diferencia en cómo te sientes y trabajas.
Tomarse cortos descansos durante el día puede rejuvenecer la mente. Un breve paseo al aire libre, incluso bajo un cielo gris, puede ofrecer un respiro necesario y un cambio de perspectiva.
Tener una lista de tareas claramente definida y objetivos para el día puede ser el impulso que necesitas para mantenerte enfocado. Saber qué es lo que se debe lograr proporciona un sentido de propósito.
Haz que tu espacio de trabajo sea un lugar al que desees ir. Agregar elementos como plantas, arte inspirador o incluso una manta suave puede hacer que trabajar durante los días grises sea más agradable.
La conexión humana puede contrarrestar la soledad que a menudo acompaña a los días nublados. Considera programar llamadas de trabajo o videoconferencias para mantener ese lazo con colegas y clientes.